domingo, 10 de agosto de 2014

PRIMERA PARTE: Capítulo Primero: GEOLOGÍA PISQUEÑA: Las posibilidades de la existencia de petróleo en general

LAS POSIBILIDADES DE LA EXISTENCIA DE PETRÓLEO EN GENERAL


En cuanto a la posibilidad de la existencia de petróleo en la región de Pisco diremos que hay dos posibles fuentes.

Como mencioné antes, en el terciario inferior de la costa, al sur de Lagunillas, afloran esquistos petrolíferos, pero su extensión en la costa es demasiado estrecha, para concebir la formación de un yacimiento, pudiendo existir condiciones más favorables solo ya en el mar.

Los trípolis miocénicos de Pisco serían por su origen, por la gran acumulación de pequeños organismos, su porosidad y su poder absorbente, un sedimento muy apropiado para la formación de depósitos petrolíferos; pero paree que ha faltado una cubierta impermeable para la acumulación y conservación de tales yacimientos, pues las areniscas y conglomerados pliocénicos del techo son completamente permeables e insuficientes para conservar hidrocarburos. Hoy en día no se observa en ninguna parte indicio ninguno de la existencia de tal materia; y si en alguna parte se hubiese formado hidrocarburos, deberían enseguida escapar por la cubierta porosa y permeable. Además no se encuentra tampoco en los depósitos pliocénicos rastro ninguno de asfalto, petróleo o de algún material de reducción por materia orgánica, como azufre.

La formaciones geológicas son bastantes claras al sur de Pisco, la faja miocénica, que se extiende al sur del ferrocarril, es poco potente y de poco ancho, observándose el yacimiento terciario inferíos y las rocas antiguas de la base.

En la pampa de Pisco las condiciones del agua subterránea desde el Sapo hasta la Puntilla donde existe siempre a poca profundidad, habla a favor de la existencia, de un subsuelo impermeable, estando probablemente muy vecino al zócalo de las islas Chincha.

  La única parte donde teóricamente podría existir petróleo, sería la región de Pisco y San José, pero la falta absoluta de indicios y las razones generales, antes expuestas, no autoriza esperanzas fundadas ni inversiones de dinero en su búsqueda, porque al este de San José empieza ya la acumulación cuaternaria de los antiguos conos de deyección de la cordillera.

Lima, 31 de mayo de 1926



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