miércoles, 13 de agosto de 2014

TERCERA PARTE: Capítulo Séptimo: ÉPOCA DE LA REPÚBLICA: III.- LA GUERRA CON CHILE EN PISCO

III.- LA GUERRA CON CHILE EN PISCO
(1880)


El autor ya ha apuntado a grandes rasgos sobre la actuación de los chilenos en Pisco (8) pero sin embargo queda para este capítulo mucho que decir:

El día diecinueve de Noviembre de 1880 aparecieron los buques chilenos amaneciendo en la Bahía de Paracas, pasaba a más de diez su número, en las primeras horas de la mañana se desplegaron en línea de combate y el buque chileno que se adelantó para tomar puerto fue el “Angamos”, pues por las señales convencionales, se supo que en el venían los parlamentarios enemigos a pedir la rendición de la plaza en este pueblo.

Los pisqueños, ya avisaron de la capital, de la proximidad todo para resistir; con tal objeto se alistó la flor y nata de la juventud en calidad de voluntarios al servicio de la Patria en peligro, formando el escuadrón de “Lanceros de la Independencia” bajo las órdenes del señor Demetrio S. Miranda y como inmediato superior don Juan Manuel Panizo y Zárate que tenía el grado de Coronel, capitán de la caballería el señor Melchor Navarro y como alférez el señor Matías Penagos; el total no pasaba de 300 hombres de los cuales unos estaban en caballos y el resto a pie; portando algunos revólveres los de a pie tenían carabinas de distintas marcas y calibres, para la defensa se habían cavado zanjas que servían de trincheras, por el lado de la Cruz de la Playa.

En vista de la respuesta negativa del jefe de la Plaza a o rendirse, el “Angamos” que por ser de pequeño calado se acercó al muelle y pudieron desembarcar los parlamentarios, se regresaron a los demás buques y entonces por “La Puntilla” comenzaron a desembarcar los chilenos mientras el “Angamos” comenzó su tiroteo de cañón, acompañado el “Chacabuco” y la “Pilcomayo”.

La caballería de los pisqueños posesionada en las higueras de San Andrés fue sorprendida desvandándose dirección al valle, concentrándose el grueso de las tropas en Humay; donde con los pobladores de este distrito, resistieron en forma valerosa, efectuando averías entre los chilenos, al extremo que mataron a un jefe destacado a combatirlos, Gutiérrez.
 
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(8) El Terruño tomo II – Capítulo XIII.


Era prefecto del departamento el señor Pedro Mass y suprefecto de esta provincia José Matute, alcalde el señor Eduardo R. Bernaola.

A las diez de la mañana del mismo día, los chilenos se apoderaron de la población, cayendo prisionero el suprefecto Matute, quien se ahorcó en su propia celda.

Ese mismo día incursionaron todo el valle, cometiendo mil de atrocidades y abusos. Se apoderaron del ferrocarril y por el día 22 del mismo Noviembre pasaban a Chincha Alta dejando el pueblo de Pisco ocupado por el batallón “2 de Línea”.

Como la persecución a los pisqueños se siguió por parte de los enemigos, aquellos avanzaron al interior llegando al departamento de Ayacucho.

El enemigo concentrando sus fuerzas con el objetivo de formar la capital, prosiguió hostilizando a las diversas partidas peruanas que como los pisqueños. Se habían improvisado en batallones de voluntarios sin armas o al tenerlas, no poseer los cartuchos necesarios en caso de algún encuentro con el enemigo. La desorganización que en el Perú entero presentó en la guerra con Chile, fue vergonzosa y una de las calamidades más horribles que la Patria ha pasado en su historia.

En el mes de Enero, al mes y medio de haber desembarcado en Pisco los chilenos pudieron adueñarse de Lima.

El 19 de Enero de 1881 fue enviado el batallón “Lontué” a Pisco. Se puede decir que desde entonces los chilenos se hicieron cargo de la administración civil y militar del departamento se ve por los documentos cambiados.

El “Lontué” llegó a Pisco el día veintiuno de Enero y acto continuo tomó posesión del ferrocarril.

La línea ha sido destruida en varios puntos por orden del coronel Mass y eso dificultó mucho el viaje. Sin embargo se llegó a Guadalupe, pueblo inmediato a Ica.

Después de haber perseguido a los montoneros que eran partidas de armados y a caballo, los chilenos demoraron hasta mediados del mes de Agosto para poderlos ahuyentar y quedar tranquilos; solo el veintiséis de Agosto el Comandante Emilio Valverde se hizo cargo de la administración civil y militar de este puerto; estableció impuestos de embarque y muellaje con el fin de obtener dinero para el sostenimiento de su tropa, al respecto el alcalde Florencio Escardo puso en conocimiento del jefe de la Plaza de Pisco, Emilio Valverde, el reclamo que hacía los comerciantes por medio de una carta la que transcribimos.

Alcaldía de Pisco                                 Pisco, Agosto 31 de 1881

Señor Jefe Político y Militar de Pisco y Comandante del “Huáscar”.

A mérito de una representación de algunos comerciantes de la ciudad de Ica, protestando del establecimiento de impuesto de embarque, cuyo producto está destinado a la mantención de las fuerzas que ocupan este puerto, la Prefectura del departamento ha pedido informe a esta Alcaldía, ordenando a la vez la suspensión de todo procedimiento a ejercer toda clase de hostilidades.

Con tal motivo tengo el honor de dirigirme a U. S. comunicándole, que desde la fecha esta Alcaldía en la administración del referido impuesto pudiendo Ud. nombrar a los empleados que tenga a bien, o dictar las medidas que crea convenientes.

Dios guarde a U. S.
Florencio Escardo

En vista de esta comunicación del jefe chileno Emilio Valverde contestó:

Jefatura Política Militar de Pisco

Pisco, Setiembre 1° de 1881

Quedó impuesto del contenido de la comunicación de U. S. de fecha de ayer, en que el prefecto de Ica no ejerce en la administración del impuesto extraordinario de embarque, en cuyo producto se atiende el sostenimiento de las fuerzas de ocupación, cesando U. por tanto en dicha administración.

La autoridad que ejerce el Prefecto en Ica sobre Ud. mientras este pueblo está ocupado militarmente, no es de todo punto desconocida y fuera de todo razonamiento. Siempre que Ud. bajo su autoridad en el pueblo donde el dicte sus derechos está bien; pero en un lugar como el actual en donde U. se encuentra y en donde ejerce el cargo de Alcalde Municipal accidental, porque lo aceptó así, desde el momento que mi carácter de jefe de Plaza no reconoce ninguna autorización civil ni militar sino las que yo nombré, no puede el referido Prefecto de Ica decretar a Ud. ni Ud. tomar en consideración sus derechos. Sin embargo de lo expuesto como digo a Ud. antes, puede continuar ejerciendo el cargo de Alcalde Municipal por mí, sin que por esto deje de aceptar la renunciar que hace la administración del impuesto aludido habiendo ya nombrado una junta de notables para que, en unión del tesorero que ha manejado los fondos continúe, como hasta el presente y bajo las mismas bases de cobro del impuesto la entrega de víveres y administración de fondos.

Dios guarde a Ud.
Emilio Valverde

Y sobre el nombramiento de una junta de notables para la administración del impuesto se tiene este otro oficio:

Jefatura Militar de Pisco

Pisco, Setiembre 1° de 1881

Siendo necesario nombrar una comisión de vecinos notables de este comercio, que administre los fondos que se perciben por derechos de embarque y muellaje y con los cuales se atiende el sostenimiento de las fuerzas de ocupación, he decretado lo siguiente:

“Nombrese una comisión compuesta de los vecinos y comerciantes de esta plaza señores: José Fidel Gereda, Abraham Melgar, José Manuel Dueñas, Demetrio S. Miranda, Domingo M. Elías, Melchor Alvarado, Federico Céspedes y Tomás Bull a fin de que perciban los impuestos acordados para el sostenimiento de las fuerzas de ocupación, vigilen la entrega de víveres y administren los fondos, entendiéndose que los expresados nombramientos son de un carácter tal, que no admita renuncia sino en caso de un motivo muy justo”.

Anótese y Comuníquese


Valverde (9)

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(9)   Ya en el Terruño dejé apuntado sobre este capítulo, que hoy por hoy el Perú y Chile no se guardan rencores y por tanto los documentos solo sirven para acoplar acontecimientos en la vida histórica del Perú.



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