miércoles, 13 de agosto de 2014

SEGUNDA PARTE: Capítulo Sexto: ÉPOCA DE LA INDEPENDENCIA: II.- Pisco, centro de operaciones políticas en los momentos difíciles de la Independencia

II.- PISCO, CENTRO DE OPERACIONES POLÍTICAS EN LOS MOMENTOS DIFÍCILES DE LA INDEPENDENCIA


     
El General San Martín después de establecido el cuartel general el 13 de Setiembre de 1820 en Pisco, creyó conveniente tomar algunos lugares como las haciendas del valle de Humay y Caucato para provisionarse de víveres, de gente que engrosaran el ejército libertador reuniéndose en sus fines a los primeros peruanos que voluntariamente se entregaban a combatir por la Independencia.

      Al llegar las patrullas al mando del General Arenales a Chincha se presentó un emisario de parte del Virrey Pezuela, con las observaciones y precauciones necesarias del rol militar, Cleto Escudero, que era el emisario, fue trasladado hasta Pisco, pues su encargo que traía era entregar personalmente al General San Martín su mensaje.

      El Objeto de este mensajero según lo expresó era que el Virrey Pezuela proponía iniciar un convenio mediante delegados de ambas partes, los cuales discutirán las mejores bases, cuyas ventajas compartirían en la contienda que el presentaba ante la Causa de libertar un pueblo oprimido, decidir la suerte de un pueblo oprimido bajo el imperio de la metrópolis española.

    El General San Martín después de deliberar con el Estado Mayor, acordó aceptar tan brillante oportunidad en que se entendiera la justa causa por la que se abogaba, evitando que se derramara sangre. En estos momentos nuestra provincia resaltó ser el lugar donde se empezaron las actividades diplomáticas y políticas del General argentino que llevando una conducta directriz en la denodada campaña libertadora; jamás traicionó los altos ideales depositados por su Patria y Chile; esto fue lo que hizo ver que se presentaba el momento de no arriesgar los efectivos que muy caro le habían costado a estos dos pueblos después de la Independencia propia, auxiliaban al Perú.

      Tal lo vemos en este otro documento publicado también en la misma Gaceta Ministerial, donde está el parte que remitió al Director Supremo de Chile (52).

     “Tengo la honra de informar a V. S. que lo eleve al conocimiento de S. E. el supremo Director de la República de Chile, que el 14 del mes pasado llego a este Cuartel General el Oficial Parlamentario D. Cleto Escudero, Subteniente del Ejército Real conduciendo un oficio de Ecxmo Señor Virrey del Perú. Por la copia que incluyo a V. S. marcada número 1 que intuirá su E. de la invitación que se me hizo para entrar en una negociación y aunque por el tenor del mismo oficio y de los documentos número 2, 3 y 4 se veía que el gobierno español no cedía nada en sus pretenciones de mantener la América uncida al carro peninsular, con todo esperaré que el Ecxmo Virrey, o por la variación de principios que el cambio de administración daba lugar a suponer que el gabinete de Madrid, o por él y su Concejo estuviesen penetrados de lo difícil que era su posición actual, se prestase al advenimiento racional que las circunstancias prescriban. Bajo esta esperanza y el deseo de anticipar el entable de la negociación, me resolví a enviar mis diputados al Ecxmo Señor Virrey y así lo signifique en el oficio número 5 dirigido a su E., en el cual al mismo tiempo que se manifestaban mis sentimientos e intenciones de propender a la Paz, se hacía entender que solo podrían obtenerse esta bien incomparable en cuanto no se contradijese a los principios que los gobiernos libres de América se había propuesto con regla invariable. Su contestación número 6 llegada a mis manos después de la salida de mis diputados, me confirmó en la idea que el Ecmo. Señor Virrey podría tener órdenes reservadas de su gobierno para poner fin a la guerra de América de un modo que correspondiese a la actitud en (que San Martín tenía razón
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(52) “Viva la Paz” Noviembre de 1820 – B. N. D.

en esta parte) que esta se hallaba a los intereses mismos de España. Nombre pues diputados cerca al Ecxmo Señor Virrey a mi ayudante de Campo, Coronel D. Tomás Guido, y a mi Secretario de Gobierno Dn. Juan García del Río, pasándole con el oficio número 7 las instrucciones que llevaba el 8 y conforme a lo que ya había indicado a S. E. le dirigí el oficio número 9 avisando iban embarcarse en la Goleta Montezuma los referidos diputados, más habiéndose avistado dos buques enemigos en el momento que aquellos estaban prontos a marchar y deseando evitar todo incidente desfavorable el carácter de que se hallaban revestidos, resolví el concepto que los dos buques expresados debían haber salido del Callao antes de pasarme, el Ecxmo Señor Virrey su primer oficio, que siguiesen mis diputados su viaje por tierra, y a consecuencia participé a S. E. en el oficio número 10 lo ocurrido, y recibí la contestación número 11. El 19 salieron conduciendo el pliego número 12 y 26 recibí del Ecxmo Señor Virrey el número 13 en que manifestaba el interés con que esperaba a mis diputados. El 30 llegó el Teniente de Artillería D. José Arenales, Ayudante de la diputación y me entregó el oficio número 14 con que aquellos acompañaban el armisticio celebrado en Miraflores conforme al Art. N° 1 de sus instrucciones y del que encontrará su E. copia letra E. entre los documentos de dichos diputados incluyendo al dar cuenta de su comisión. Por el mismo conducto recibí el oficio 15 (53) del Ecxmo Sr. Virrey a que conteste con el 16 ratificando el armisticio. En vista de las reiteradas protestas de S. M. y de la tardanza de la llegada de mis diputados que ya excedían el tiempo que yo había fijado el desempeño de la comisión, esperaba que se habían concluido en Miraflores los preliminares de una negociación definitiva, que terminasen los males desoladores de América por medio de una paz estable o a lo menos, por una suspensión de prolongada de hostilidades, que diese tiempo a reparar en gran parte aquellos mismos males. Así es que experimenté el más sensible, cuando el oficio N° 15 del Ecxmo Señor Virrey a que conteste con el 16 mañana del día cuatro se me presentaron los diputados en el Cuartel General, y me instruyeron que habían
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(53) El armisticio mencionado duró 8 días en el territorio que debía ocupar el ejército libertador sería por el N. hasta el valle de Chincha y el pueblo de su nombre; por el S. L. hasta Garrizol en el valle de Las Hoyas jurisdicción del valle de Pisco y por el Este hasta la hacienda Bernales; el armisticio fue firmado el 26 de setiembre de 1820 en Miraflores (Lima).

sido inútiles todos los esfuerzos para obtener una conciliación sobre la base que yo había fijado; con cuyo motivo pasé a su E. el Oficio N° 17 comunicándole cuan penoso era el verme en la triste necesidad de librar el éxito de las armas, el definitivo y la independencia de estos pueblos ya que no habían podido considerarse con las últimas propuestas de sus diputados; igualmente dirigí a los jefes de las tropas de avanzadas del ejército real, los oficios 18 y 19 en conformidad con el artículo 3 del mencionado armisticio. Tan vivos eran mis deseos de adquirir noticias exactas del estado en que habían quedado la negociación, que entregado a este objeto desde la llegada de mis diputados no había abierto un paquete impreso que les entregó el Excmo Señor Virrey, más luego que hube recibido todos los impresos, encontré entre ellos el oficio número 20 de Excmo Señor Virrey que me apresuré a contestar con el 21. Al día siguiente de su llegada me pasaron mis diputados el oficio número 22 con los documentos justificativos de la marcha y resultado de la Comisión y por la copia que de todo tengo la honra de incluir V. S. se intuirá S. E. de los esfuerzo que se ha hecho por nuestra parte para facilitar una transación decorosa conforme a las instrucciones con que me hayo de ese gobierno – Como  nuestra causa y nuestra política no temen las miradas de la razón, sino que antes las provocan, por la diferencia de que se halla entre aquellas, y la de nuestros enemigos, y anhelado el manifiesto a estos pueblos, y a toda el orbe que se ha hecho, para que decida la opinión imparcial, si se ha encusado algo por mi parte para evitar la efusión de sangre he resuelto publicar un manifiesto de que acompaño a S. E. copia con el número 23. Esta exposición circularía inmediatamente; reservándome el agregar a ella los documentos justificativos, luego que lo permita nuestra imprenta, sin que esto obste para que su E. lo verifique en esa, sin su E. lo cree conveniente.

Dios guarde a VS muchos años.
Cuartel General de Pisco a 13 de Octubre de 1820
José de San Martín al Señor Ministro de Estado en el Departamento de Gobierno



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