PRÓLOGO

La “Monografía de la Provincia de Pisco” debió aparecer, no ahora, sino en 1940 cuando se celebraba el tricentenario de la fundación española de la Villa de Mancera de Pisco (1640); así lo tomó en consideración el Comité Pro-tricentenario” proponiendo concurso con un primer y segundo premio para los trabajos que se presentaran de esta índole monográfica, pero pasado el acontecimiento todo quedó en proyecto, nadie presentó ningún trabajo.

Por el contenido de esta obra, el lector se dará cuenta, que no era labor fácil ni se puede, en pocos años abarcar la integridad histórica de la provincia si se carece de fuentes de investigación, hoy más que nunca, ya que el mejor centro de estas investigaciones (la antigua Biblioteca Nacional) desapareció en el incendio de 1940, lo que constituye lamentablemente, la más grande pérdida cultural que han sufrido los pueblos del Perú y de América.

Todo lo aquí publicado fue labor que realicé en la biblioteca desaparecida; por esto podemos decir que Pisco, salvó parte de su historia y de su cúmulo cultural.

La presente monografía no es de carácter integral; queda mucho por recopilar, pero no ya en el Perú, sino en el Archivo de Indias (España) sobre todo lo referente a la fundación española y casi todo lo de la conquista. Alguien completará mis anhelos de hacer conocer la historia de Pisco en sus múltiples aspectos. El tiempo es el más grande colaborador. En 1934 empecé a investigar, seis años después (1940) publiqué “El Terruño”, en dos únicos tomos, minúsculos, ellos fueron el resultado de los primeros tanteos en mi afán de historiar y hacer ver que los acontecimientos circunscritos en la región, no solamente databan del desembarque del Generalísimo Don José de San Martín en Paracas; mucho más lejos hemos podido ir y aquí el resultado que no es el contenido íntegro; hay que seguir laborando hasta donde se pueda.

Sólo me falta decir que esta obra la terminé de escribir y anotar, en 1942; han transcurrido los años y este que fechamos ve la luz pública; ella será el mejor legado que hago a mi tierra natal, en las horas de mis mayores inquietudes intelectuales.

                                                           Mamerto Castillo Negron

                                                        Lima, 10 de febrero de 1947