jueves, 14 de agosto de 2014

CUARTA PARTE: Capítulo Octavo: XI.- EL ARTE DE LA MÚSICA EN PISCO




El arte musical en el pueblo de Pisco no tiene en el sentido restringido clásico, representantes porque los inspirados músicos como Armando Penagos, y José Roca, que son los únicos de los muy nuestros, no se han dedicado a estudiar y cultivar sus cualidades naturales; solo producen en la pobreza de nuestro medio, una riqueza de composiciones inspiradas en acontecimientos de alguna trascendencia, o en romances propios y muy suyos, como lo veremos al ocuparnos de sus respectivas labores realizadas.

Ocupémonos, al dejar ya sentado el privilegio que en música no lo tenemos, de las personalidades representativas en este arte.


JULIO GUILLERMO QUIÑONES


“El Maestro Quiñones” como es el cariñoso término con el que le llaman todos en la provincia, se ha convertido para este pueblo de Pisco, en padre adoptivo de muchos, en el más fructífero colaborador por realzar la cultura de los pisqueños en el sublimemente, bello y difícil arte de la música. Lambayecano de nacimiento, lleva radicado entre nosotros desde 1907, a la fecha, el número de cuarenta años.
Durante estos años de labor en la enseñanza, organización en la constante actitud de actuar concienzudamente por dejar provecho entre la juventud que el inicia y encarrila con el más amplio espíritu humanitario, que es principio predominante, en el músico del que ahora nos ocupamos.
Para conocer sus méritos, comenzaremos por decir que ha desempeñado el cargo de maestro director de la “Banda Republicana” de Lima, con el grado de Capitán, por resolución suprema de 20 de Octubre de 1922.
Al año siguiente, demostrando sus actitudes como escritor de música, instrumentó la célebre “Rapsodia Peruana” compuesta por el no menos ponderado músico peruano, Claudio Rebagliátegui, en 1868.
Instrumentación – Que dice el señor Julio Guillermo Quiñones – hizo a feliz indicación de la dama limeña. Mercedes Alayza de Morales del Solar, quien le dio la partitura de la obra que había sido reducida por su propio autor, en 1900, para piano.
El Maestro Quiñones transcribió el 10 de Julio de 1923 y la ejecutó el día 28 de Julio del mismo año, esta interesante obra musical.
La ejecución de la obra por la Banda Republicana dirigida por el Sr. Quiñones mereció un conceptuoso artículo publicado en “El Comercio” de Lima el 2 de Agosto de 1923, del catedrático de Historia de la Música, de la Universidad Mayor de San Marcos de Lima, Dr. Carlos Wiessi.
Compositor e inquieto espíritu de músico, ha producido un sinnúmero de piezas musicales, muchas de las cuales han tenido éxito rotundo como la grabación de “QUE BIEN SE BATE EL ZAMBO” (Tondero) que le ha producido 2,470 dólares.
Conocedor de sus actitudes, ha competido en muchos concursos nacionales, los que le han hecho merecedor a diplomas, medallas de oro y plata; en 1938 obtuvo el primer premio sobre el himno del Colegio Pardo de Chincha, habiendo intervenido la opinión de la Academia Alcedo de Lima.
En cuanto a su labor organizadora en la Provincia, en 1907 formó la Banda Filarmónica, siendo presidente de esta institución, el jefe provincial, Comandante Copaira, secretario el señor Novili, dueño del Gran Hotel  y Tesorero, Teobaldo Pinillos Merino, en 1924 formó la “Banda del Municipal” con treinta y siete músicos, todos menores de edad,  que por ser la primera que se organizaba en Pisco, cosechó merecidos elogios de los más notables personajes de esta localidad. Esta banda reemplazó a la Banda de 1910 que eran todos sus elementos mayores de edad.
En 1926 formó la orquesta de niños, titulada “ORQUESTA SINFÓNICA”. Por el año 1928, debutó en el Teatro “Variedades” la orquesta infantil de niñas, “SINFÓNICA FEMENINA PISQUEÑA”.
Anteriormente (1924), dio una actuación con los escolares, en que mereció calurosos aplausos, y los periódicos se ocuparon largamente de ello.
En 1935, mostrándose infatigable organizar y el más decidido colaborador, porque Pisco cuente con una banda propia, a iniciativa suya y a su costo y riesgo formó nuevamente una banda infantil que contó el crecido número de 64 músicos.
Actualmente (1940), tiene la orquesta Jaz Band “Quiñones Boys”. Con el fruto de su constancia, en esta orquesta, le acompañan sus discípulos ayer infantiles y hoy jóvenes y hábiles músicos de reconocidos méritos en la provincia.
Como maestro conocedor del principal aporte para formar músicos, ha invertido en instrumento, de toda la gama y calidad hasta por el importe de 16,000 soles, producto de sus esfuerzos y no pocas vicisitudes con lo que premia el mundo a esta clase de espíritus amplios y colaboradores de la colectividad de un pueblo.
Haciendo justo y merecido mérito, al tratar sobre la música en Pisco, no podemos dejar de considerar al Maestro, Julio Guillermo Quiñones, quien en el sector donde vive (La Playa) es el mejor padre de los padres por sus sanos principios de moral social.
La difusión de la música escrita y arreglada por el maestro Quiñones se irradia por las estaciones Nacionales e Internacionales; Alemania, Francia, Argentina, EE. UU.
Esto servirá para reafirmar sus méritos del maestro Julio Guillermo Quiñones que actualmente guarda merecido puesto entre los músicos peruanos.


MÚSICOS PISQUEÑOS

ARMANDO PENAGOS BERNAOLA


Nació en Pisco el 6 de Febrero de 1905, hijo de don Pedro Penagos y doña Isabel Bernaola.
Estudió en la provincia instrucción primaria y continuó sus estudios en la capital de la República.
Con aptitudes naturales a la música, desde muy pequeño, demostró un fino oído y un sutil espíritu creador, y con la constancia de sus inquietudes, ha logrado ejecutar música de carácter criollo por predilección, vertiendo al piano sus composiciones, haciéndolas escribir por su maestro, señor Julio Guillermo Quiñones, quien es frecuentemente consultado a fin de llevar línea metódica que ya se ha propuesto Penagos tener; sus creaciones son múltiples hasta la fecha.
No ha estudiado música. Durante su permanencia en Lima logró perfeccionar sus actitudes y dedicarse a crear música de carácter indígena. Sus mejores composiciones son: “Mama Ocllo”, “Marcha al Señor de la Agonía”, “Un Vals Titulado Clotilde”, etc.


FERNANDO SOLÍS


Nació en Pisco el 5 de Junio de 1911, hijo de don Carlos Solís y de doña Victoria Cabrera.
Con instrucción primaria completa desde muy temprano comenzó bajo la dirección de don Julio G. Quiñones, el aprendizaje de la música (1924) siendo uno de los que actualmente secunda al maestro en la dirección de la band y orquesta “Quiñones”.
Dedicado al profesorado, dictó clases de música en el Colegio “Moderno” en 1934 y hoy sigue en la Escuela “Grau” con gran acierto y satisfacción del director de este plantel.
Con conocimientos concretos, arregla música y su instrumento favorito es el violín, tocando piano y toda clase de instrumentos.


JOSÉ ROCCA LUNA


Este músico que es el más joven de los compositores que Pisco tiene, nació en esta ciudad el 24 de Enero de 1921, es hijo de don P. Julio Roca y doña Josefina Luna. Hizo su instrucción Primaria en el Instituto “Grau” y comenzó Instrucción Secundaria en el Colegio Moderno y 4° año en San Luis Gonzaga de Ica (1938).
A la corta edad de los 19 años tiene su primera composición escrita y vaciado en el pentagrama de las producciones nacionales, que sirve a los aficionados de deleite y recreo.
La constancia con que se dedica a la música hace guardar bellas esperanzas en sus futuras creaciones y estamos seguros que Rocca hará una vida fecunda dentro del arte musical de nuestro medio, donde son muy pocos los que saben aprovechar el cúmulo de sus facultades naturales.
Su primera producción se titula “Avelina”, pieza que fue vertida la impresión musical 1940 (45). Es una de las más populares polkas bailables, pues bajo el sabor de la música y letra más inspiradísima del autor tiene el más encomiable mérito de este músico pisqueño quien tiene en embrión algunas otras composiciones.
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(45)   Ediciones Musicales “La Rosa Hnos.” – Lima – Perú – 989 –Letra y Música de José Rocca.



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