III.- LA GUERRA CON CHILE EN PISCO
(1880)
El autor ya ha apuntado a
grandes rasgos sobre la actuación de los chilenos en Pisco (8) pero sin embargo
queda para este capítulo mucho que decir:
El día diecinueve de
Noviembre de 1880 aparecieron los buques chilenos amaneciendo en la Bahía de
Paracas, pasaba a más de diez su número, en las primeras horas de la mañana se
desplegaron en línea de combate y el buque chileno que se adelantó para tomar
puerto fue el “Angamos”, pues por las señales convencionales, se supo que en el
venían los parlamentarios enemigos a pedir la rendición de la plaza en este
pueblo.
Los pisqueños, ya avisaron
de la capital, de la proximidad todo para resistir; con tal objeto se alistó la
flor y nata de la juventud en calidad de voluntarios al servicio de la Patria
en peligro, formando el escuadrón de “Lanceros de la Independencia” bajo las
órdenes del señor Demetrio S. Miranda y como inmediato superior don Juan Manuel
Panizo y Zárate que tenía el grado de Coronel, capitán de la caballería el
señor Melchor Navarro y como alférez el señor Matías Penagos; el total no
pasaba de 300 hombres de los cuales unos estaban en caballos y el resto a pie;
portando algunos revólveres los de a pie tenían carabinas de distintas marcas y
calibres, para la defensa se habían cavado zanjas que servían de trincheras,
por el lado de la Cruz de la Playa.
En vista de la respuesta
negativa del jefe de la Plaza a o rendirse, el “Angamos” que por ser de pequeño
calado se acercó al muelle y pudieron desembarcar los parlamentarios, se
regresaron a los demás buques y entonces por “La Puntilla” comenzaron a
desembarcar los chilenos mientras el “Angamos” comenzó su tiroteo de cañón,
acompañado el “Chacabuco” y la “Pilcomayo”.
La caballería de los
pisqueños posesionada en las higueras de San Andrés fue sorprendida
desvandándose dirección al valle, concentrándose el grueso de las tropas en
Humay; donde con los pobladores de este distrito, resistieron en forma
valerosa, efectuando averías entre los chilenos, al extremo que mataron a un
jefe destacado a combatirlos, Gutiérrez.
(8) El Terruño tomo II –
Capítulo XIII.
Era
prefecto del departamento el señor Pedro Mass y suprefecto de esta provincia
José Matute, alcalde el señor Eduardo R. Bernaola.
A
las diez de la mañana del mismo día, los chilenos se apoderaron de la
población, cayendo prisionero el suprefecto Matute, quien se ahorcó en su
propia celda.
Ese
mismo día incursionaron todo el valle, cometiendo mil de atrocidades y abusos.
Se apoderaron del ferrocarril y por el día 22 del mismo Noviembre pasaban a
Chincha Alta dejando el pueblo de Pisco ocupado por el batallón “2 de Línea”.
Como
la persecución a los pisqueños se siguió por parte de los enemigos, aquellos
avanzaron al interior llegando al departamento de Ayacucho.
El
enemigo concentrando sus fuerzas con el objetivo de formar la capital,
prosiguió hostilizando a las diversas partidas peruanas que como los pisqueños.
Se habían improvisado en batallones de voluntarios sin armas o al tenerlas, no
poseer los cartuchos necesarios en caso de algún encuentro con el enemigo. La
desorganización que en el Perú entero presentó en la guerra con Chile, fue
vergonzosa y una de las calamidades más horribles que la Patria ha pasado en su
historia.
En
el mes de Enero, al mes y medio de haber desembarcado en Pisco los chilenos
pudieron adueñarse de Lima.
El
19 de Enero de 1881 fue enviado el batallón “Lontué” a Pisco. Se puede decir
que desde entonces los chilenos se hicieron cargo de la administración civil y
militar del departamento se ve por los documentos cambiados.
El
“Lontué” llegó a Pisco el día veintiuno de Enero y acto continuo tomó posesión
del ferrocarril.
La
línea ha sido destruida en varios puntos por orden del coronel Mass y eso
dificultó mucho el viaje. Sin embargo se llegó a Guadalupe, pueblo inmediato a
Ica.
Después
de haber perseguido a los montoneros que eran partidas de armados y a caballo,
los chilenos demoraron hasta mediados del mes de Agosto para poderlos ahuyentar
y quedar tranquilos; solo el veintiséis de Agosto el Comandante Emilio Valverde
se hizo cargo de la administración civil y militar de este puerto; estableció
impuestos de embarque y muellaje con el fin de obtener dinero para el
sostenimiento de su tropa, al respecto el alcalde Florencio Escardo puso en
conocimiento del jefe de la Plaza de Pisco, Emilio Valverde, el reclamo que
hacía los comerciantes por medio de una carta la que transcribimos.
Alcaldía
de Pisco Pisco,
Agosto 31 de 1881
Señor
Jefe Político y Militar de Pisco y Comandante del “Huáscar”.
A
mérito de una representación de algunos comerciantes de la ciudad de Ica,
protestando del establecimiento de impuesto de embarque, cuyo producto está
destinado a la mantención de las fuerzas que ocupan este puerto, la Prefectura
del departamento ha pedido informe a esta Alcaldía, ordenando a la vez la
suspensión de todo procedimiento a ejercer toda clase de hostilidades.
Con
tal motivo tengo el honor de dirigirme a U. S. comunicándole, que desde la
fecha esta Alcaldía en la administración del referido impuesto pudiendo Ud.
nombrar a los empleados que tenga a bien, o dictar las medidas que crea
convenientes.
Dios guarde a U. S.
Florencio
Escardo
En
vista de esta comunicación del jefe chileno Emilio Valverde contestó:
Jefatura Política
Militar de Pisco
Pisco,
Setiembre 1° de 1881
Quedó
impuesto del contenido de la comunicación de U. S. de fecha de ayer, en que el
prefecto de Ica no ejerce en la administración del impuesto extraordinario de
embarque, en cuyo producto se atiende el sostenimiento de las fuerzas de
ocupación, cesando U. por tanto en dicha administración.
La
autoridad que ejerce el Prefecto en Ica sobre Ud. mientras este pueblo está
ocupado militarmente, no es de todo punto desconocida y fuera de todo
razonamiento. Siempre que Ud. bajo su autoridad en el pueblo donde el dicte sus
derechos está bien; pero en un lugar como el actual en donde U. se encuentra y
en donde ejerce el cargo de Alcalde Municipal accidental, porque lo aceptó así,
desde el momento que mi carácter de jefe de Plaza no reconoce ninguna
autorización civil ni militar sino las que yo nombré, no puede el referido
Prefecto de Ica decretar a Ud. ni Ud. tomar en consideración sus derechos. Sin
embargo de lo expuesto como digo a Ud. antes, puede continuar ejerciendo el
cargo de Alcalde Municipal por mí, sin que por esto deje de aceptar la
renunciar que hace la administración del impuesto aludido habiendo ya nombrado
una junta de notables para que, en unión del tesorero que ha manejado los
fondos continúe, como hasta el presente y bajo las mismas bases de cobro del
impuesto la
entrega de víveres y administración de fondos.
Dios guarde a Ud.
Emilio
Valverde
Y
sobre el nombramiento de una junta de notables para la administración del
impuesto se tiene este otro oficio:
Jefatura
Militar de Pisco
Pisco,
Setiembre 1° de 1881
Siendo
necesario nombrar una comisión de vecinos notables de este comercio, que
administre los fondos que se perciben por derechos de embarque y muellaje y con
los cuales se atiende el sostenimiento de las fuerzas de ocupación, he
decretado lo siguiente:
“Nombrese
una comisión compuesta de los vecinos y comerciantes de esta plaza señores:
José Fidel Gereda, Abraham Melgar, José Manuel Dueñas, Demetrio S. Miranda,
Domingo M. Elías, Melchor Alvarado, Federico Céspedes y Tomás Bull a fin de que
perciban los impuestos acordados para el sostenimiento de las fuerzas de
ocupación, vigilen la entrega de víveres y administren los fondos, entendiéndose
que los expresados nombramientos son de un carácter tal, que no admita renuncia
sino en caso de un motivo muy justo”.
Anótese y Comuníquese
Valverde (9)
___________________________________________________________________________________
(9)
Ya en el
Terruño dejé apuntado sobre este capítulo, que hoy por hoy el Perú y Chile no
se guardan rencores y por tanto los documentos solo sirven para acoplar
acontecimientos en la vida histórica del Perú.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario