II.- FRAY RAMÓN ROJAS. EL PADRE
GUATEMALA Y SU INFLUENCIA EN ALGUNOS ACONTECIMIENTOS EN LA VILLA PUERTO DE LA
INDEPENDENCIA 1835 – 1839.
No
podemos dejar pasar los capítulos de nuestro trabajo monográfico con solo la enumeración
de los acontecimientos de hechos históricos que más son el juego e las
ambiciones de los hombres por lo material y corpóreo, sin considerar también
los hechos de influencia espiritual. Los pueblos sostienen su proceso vital en
estos dos aspectos. Cada uno de estos jirones tienen sus héroes y sus
personajes a cual más digno de considerar, si queremos reconstruir la historia
de los pueblos levantados lentamente con el transcurso de los siglos.
Al
considerar la vida espiritual de la provincia de Pisco, justo es apuntar la
influencia del P. Fray Ramón Rojas, varón cuyo ejemplo de santidad ha
trascendido en todo el departamento de Ica.
Corrían
los meses de 1831 (Junio 22) cuando llegaba al Perú Fray José Ramón
Rojas (2) nacido en Guatemala, pueblo de Quezaltenango, 31 de Agosto de 1775 en condición de desterrado político, le imposibilitaba ejercer los oficios del sacerdocio como padre Franciscano, solo cuando se siguió un especial juicio investigativo de ser cierta su profesión, pudo lograr del gobernador eclesiástico, señor Francisco Pascual y Erazo, licencia para confesar personas y religiosos por el mes de Julio al mes de Noviembre, haciéndose célebre más las licencias hasta 1833 fueron prorrogándose por seis años y siendo Arzobispo de Lima Monseñor Benavente, quien le reconoce las mencionadas licencias prorrogadas por Erazo de predicar y confesar a personas de ambos sexos y religiosos “por tiempo de nuestra voluntad” con fecha 7 de Marzo de 1837 así lo expresa el Decreto que expide el Arzobispo Benavente.
Rojas (2) nacido en Guatemala, pueblo de Quezaltenango, 31 de Agosto de 1775 en condición de desterrado político, le imposibilitaba ejercer los oficios del sacerdocio como padre Franciscano, solo cuando se siguió un especial juicio investigativo de ser cierta su profesión, pudo lograr del gobernador eclesiástico, señor Francisco Pascual y Erazo, licencia para confesar personas y religiosos por el mes de Julio al mes de Noviembre, haciéndose célebre más las licencias hasta 1833 fueron prorrogándose por seis años y siendo Arzobispo de Lima Monseñor Benavente, quien le reconoce las mencionadas licencias prorrogadas por Erazo de predicar y confesar a personas de ambos sexos y religiosos “por tiempo de nuestra voluntad” con fecha 7 de Marzo de 1837 así lo expresa el Decreto que expide el Arzobispo Benavente.
Con
las licencias y poderes necesarios para poder ejercer el sacerdocio en el Perú,
estuvo admirando a los cultos limeños, ya famoso y habiéndose relacionado e
informado del culto en Ica y más que todo por lo primero si hemos de estar en
lo cierto que el mencionado autor dice “Sus conversaciones frecuentes, en el
Convento de San Francisco el R. P. Salas Arrieta, visitante y morador en
variadas oportunidades del convento franciscano de San Antonio de Ica,
conversaciones también, en su gran amigo General Salas, rico
(2)
“El Apóstol
de Ica” Fr. José Ramón Rojas (El Padre Guatemala), por Enrique D. Tovar y R. –
Lima 1943.
hacendado iqueño y, prominentes políticos de esos tiempos, así como
con el joven agricultor don Domingo Elías, que aún no se había convertido en
figura nacional pero que desde entonces era admirador fervoroso del ilustre
recoleto de Guatemala, consultas y exhortaciones entre Fray Ramón y los Drs.
Erazo y Carlos Pedemonte, relacionado políticos, este último de ellos, compelieron
al monje desterrado a dejar todo en la fastuosa ciudad de los Virreyes y a
dirigirse a esos pueblos del sur.
Era
el mes de Abril de 1835 cuando el propósito de su apostolado predicando el
Evangelio, llevaron al P. Rojas al pueblo de Chincha Alta, su arribo a este
pueblo es seguro que lo hizo a pié. Estuvo en el mes de Mayo predicando en la
mencionada población. De aquí pasó al pueblo de Pisco, donde sus misiones
fueron muy oídas y apreciadas por los pisquemos. No se puede tener fecha fija
de su estadía en Pisco. De aquí pasó a Ica y por Octubre de 1835 lo encuentra
en esa, quien también le admira y propone al arzobispado de Mainas.
Entre
los años 1838 y 1839, la reverencia del pueblo iqueño, lo consagra… El P. Rojas
se ha de ver siempre entre Pisco a Ica haciendo sus peregrinaciones y donde
quiera que estuvo propalando el bien y remarcando sus huellas imperecederas, en
hechos de santidad se afirma que en uno de los viajes a Pisco yendo con su
comitiva bajo un abrumador y candente sol, por la Pampa de Pisco a Ica, se le
pidió agua y el R. P. obró con sus propias manos abriendo en la arena en una
parte alta de casi un promontorio, y dejó a flote un caudal de agua suficiente
como para que tomaran todos los que le acompañaban, más “El Pozito Santo”, como
se le llama, no se borró jamás como jamás se borrará la creencia de que el P.
Rojas obrara con poder de milagro.
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(3) Obr. citada pág. 216.
eran a menudo azotados por el furor de las olas,
corriendo peligro de naufragar… y que un día dijo a sus secuaces; Vamos a
auxiliar, siquiera espiritualmente a la gente de la mar, hagámosle una cruz que
ellos ven de todas partes “que les sirva de estímulo en la navegación y de
confianza en los peligros”. Agrega que todo un ejército de gente devota se armó
de lampas, picos, cestos y carretillas y principió a cavar el cerro arenoso
como para abrir los cimientos de una ciudad grande. Ya que así surgió el
Calvario en el que se perciben “tres bien marcadas cruces unidas por la base o
un solo pedestal triangular”, “Calvario que ha impresionado a muchos viajeros y
que seguirá todavía muchos años sirviendo de faro a los marineros pisqueños,
con tal que manos piadosas se molesten en limpiar los surcos que la arena
pretende borrar”.
Una de las obras de mayor trascendencia en el pueblo de
Pisco, por el P. Rojas es sin duda la fundación del hospital de Guadalupe para
mujeres, hasta ese entonces que no lo habían, el historiador Enrique Tovar
dedica, en su obra ya citada, el capítulo XVIII – Segunda Parte, interesantes
datos que, para no desvirtuar copiamos al pie de la letra.
“Unos de los biógrafos Fray Elías del Carmen Passarelli,
escribe: En 1839 fue el Padre a Pisco, y en una parte que fue colegio de los
jesuitas fundó el Hospital de Guadalupe”.
“Unánimemente señalan todos al Padre Guatemala como
fundador de dicho instituto mencionado en verdad”.
“Pero esa Fundación no fue obra de días, se hizo tras no
pocas agitaciones, que ocuparon la atención del Gobierno en la Capital del Perú.
Hay un documento que tenemos a la vista, y es el oficio que el Ministro de
Culto, Dr. Manuel Villarán, dirigió, con fecha 14 de Noviembre de 1837, al
Arzobispo de Lima, que basta para conocer a grandes rasgos el proceso de
aquella fundación del Padre Guatemala”.
Según tal comunicación, once días antes había
oficializado al ministro el expresado Arzobispo, y acompañándole a la nota o
solicitud de doña Gertrudis Andrade relativa a que se franquee el local del
convento que fue de los Jesuitas en Pisco para hacer un hospital y beaterío de
mujeres. El 13 del propio Noviembre en vista de que el Párroco de Pisco (4) se
allanó a entregar el local que se deseaba, el Protector Santa Cruz resolvió
acceder a lo solicitado por la expresada dama.
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(4) Era cura de la Parroquia
de Pisco el Dr. Valerio Cora.
Lima. Pero en la nota al Arzobispo,
del Ministro, hay otros datos. El expediente que siguióse para obtener del
ejecutivo la licencia a fin de establecer el hospital y beaterio de mujeres,
pasó al prefecto con el propósito de que instruyese a la Junta de Beneficencia
a cerca de los que se perseguía, y de que la Junta, mediante una comisión se cerciorase del celo y la responsabilidad
de la persona que representa esto es doña Gertrudis Andrade – como también de los
medios y recursos con que se intentaba poner por obra el nosocomio y de
reglamentar el buen funcionamiento del hospital.
“Así
pues, entre la Villa de Pisco y Lima, Lima y Pisco, se cruzaron comunicaciones,
las autoridades médicas, políticas y de Beneficencia hubieron de intervenir, se
hicieron algunas modificaciones en el edificio para dar mayores comodidades y
seguridades a las pacientes, y por último, se obtuvo la aprobación por el
Gobierno de Reglamento”.
“En
todas estas tramitaciones engorrosas se emplearon el año 1838 íntegro y parte
del 39.”
“Harto
sabido es que el Padre Guatemala viajaba con frecuencia a Pisco en cuya Villa
solía hospedarse en su convento unas veces y otras en la casa de don Claudio
Fernández Prada. Lógicamente puede admitirse pues, que doña Gertrudis Andrade
procedía de acuerdo con el ilustre franciscano, que se dejó pasar todo el año
38 aplicado a reparar el edificio y que se aprovechó de la presencia, en tierra
pisqueña, el año 39 del benemérito Padre, para dar nombre al Hospital y
seguramente inaugurarlo”.
“Y
resulta elocuente para nuestra hipótesis el nombre que se le dio: Hospital de
Guadalupe, porque siempre propugnó el Padre Rojas a favor del culto de la
Virgen de Tepeyac, y Guadalupe fue el nombre que se le impuso al hospitalito
construido en el Callao, por el en asociación con el lego Prieto”.
Desde
1839 hasta 1929 duró la obra del Padre Fray Ramón Rojas en Pisco y se hizo
duradera porque se le crearon rentas con las cuales se le pudo sostener, así
tenemos a la mano un decreto adjudicando un principal y réditos de las
haciendas Lanchas y Caucato por un legado dejado a favor de los pobres de Pisco
por el licenciado don Andrés de Vliches y Ballesteros, el decreto al que nos
referimos es del año 1847 es decir a los ocho años de establecido el hospital
por el Padre Rojas en Pisco.
Cuando
sus frutos se cosechaban en abundancia en los pueblos del departamento murió el
P. Ramón Rojas a la edad de 63 años (23 de Julio de 1839) en Ica, en la casa
del ejercicio que fundara denominada “Jesús María”.
Para
nosotros los pisqueños nos ha dejado una tradición que aun impera en algunos
vecinos y es que la población de Pisco será en el alto de San Miguel predicho
por el P. Rojas. Esto está de acuerdo con la intención que tuvieron los
recoletos del convento franciscano de Pisco en 1689, cuando se redificaba la
Villa con el nombre de la Concordia.
Más
adelante habíamos apuntado que el R. P. Fray José Ramón Rojas se alojaba e
Pisco en la casa de don Claudio Fernández Prada, indudablemente este rico y
notable vecino de Pisco fue influenciado para también dejar una donación sobre
el hospital de mujeres de Pisco tal como lo veremos en un interesante dato
publicado en la Voz de San Jerónimo de Ica. Dice así: Por Escritura otorgada en
esta ciudad ante el escribano público D José Víctor Peláez, en 24 de Noviembre
de 1852, el Dr. D. Juan Pablo Gonzáles y D. Nicolás Zorrilla mandatarios
testamentarios de D. Francisco Fernández Prada que a su vez lo fue de don
Claudio Fernández y de su esposa, doña Isabel Velez de Guevara asignaron para
obras pías según la intención de los tres testadores las cantidades siguientes:
P. 4,000 para el hospital de mujeres de la Villa de Pisco (Nuestra Señora de
Guadalupe).
Así
mismo para el hospital de San Juan de Dios de la Villa de Pisco, 4,000. No se
sabe si tales obras pías aún rijan para Pisco, más en la misma fuente
bibliográfica se hace saber que la Beneficencia de Ica lo ha conseguido por el
saneamiento del Fundo San Jacinto del Valle de Pisco (5).
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(5) “La Voz de San Jerónimo” N° - 112 – Año I. – Ica 1936 – Pág. 119 – La Obra pía de D. Claudio Fernández Prada.
El Libertador Ramón Castilla, Presidente de la República,
etc.
El Congreso ha dado la Ley siguiente:
Más adelante veremos como la cuestión de la residencia de
autoridades en la capital de la provincia trajo como consecuencia un franco
encono entre los pueblos de Chincha y Pisco y solo cuando se independizaron
estos dos pueblos se aplacaron los enconados rencores.
PISCO
FORMANDO PARTE DE LOS DISTRITOS DE LA PROVINCIA LITORAL DE ICA Y COMO CAPITAL
DE LA PROVINCIA DE CHINCHA CREADA EN 1868
Por
primera vez el distrito de Pisco es separado de su muy antigua jurisdicción de
la Intendencia de Lima, después provincia y departamento, cuando se creó la
provincia litoral de Ica en 1855, según los alegatos que con este caso se
especificó en la Ley que a ese aspecto se dio con fecha de 25 de Junio del
mismo año.
Tal
lo vemos en la transcripción que hacemos de la Ley mencionada.
Considerando:
Que
la provincia de Ica, por su importancia territorial y comercial, requiere una
autoridad superior que dependa independientemente del Gobierno y que ejerza
atribuciones capaces de satisfacer las necesidades de los pueblos que lo
componen:
Que
esos pueblos no pueden ser bien gobernados, si continúan formando una
suprefectura del departamento de Lima, por ser considerable la distancia que
los separa de la capital, y muchos y complicados negocios que corresponden a la
suprefectura.
Decreta:
Artículo
1.- Los distritos de Ica, San Juan Bautista, Yauca del Rosario, Humay y
Chunchanga, Pisco, Palpa y Nasca formaron una provincia independiente del
departamento de Lima.
Artículo
2.- La provincia del litoral de Ica será regida por un Gobernador de que reciba
directamente las órdenes del Gobierno que tenga autoridad, atribuciones y
responsabilidad en todo a la de los prefectos.
Ramón
Castilla – Manuel Toribio Ureta (6).
Más
adelante cuando se creó el departamento de Ica a la vez que se creaba la
provincia de Chincha cuya capital fue Pisco, su importancia llenó las
necesidades que requiera este pueblo. En el estuvo concentrado todo lo
referente a la Administración Judicial, Civil y Eclesiástico. Desde 1868
residió un Juez de primera instancia, suprefecto y todas las atribuciones
referentes a la provincia de Chincha dependió de la Villa de Pisco como
capital. Esta categoría que tomó Pisco fue en provecho propio incrementado su
comercio y su actividad mercantil con la exportación e importación.
Se
puede decir que el progresivo Gobierno de don José Balta, la Villa de Pisco
adquiere uno de sus meritorios honores como pueblo que durante la Colonia ya lo
había obtenido, como lo hemos apuntado más adelante al ocuparnos de su vida
durante la época española.
Tal
es la Ley que declara Departamento toda la circunscripción de Ica y se le crea
la provincia de Chincha.
El
ciudadano José Balta. Presidente Constitucional de la República.
Por
tanto el Congreso ha dado la Ley Siguiente:
(6) Colección de Leyes del
Perú por Juan Oviedo – Demarcación Territorial Pág. 226
Considerando:
Que
está probado la necesidad que existe de reunir en la Provincia los distritos de
Pisco Humay hoy pertenecientes a la provincia de Ica y los de Chincha Alta y
Baja que hacen parte de la de Cañete.
Ha
dado la Ley siguiente:
Art.
1. Se elegirá una nueva provincia con el nombre de Chincha cuya capital será la
Villa de Pisco (7)
Art.
2. Dicha Provincia se compondrá de los distritos de Pisco, Humay, Chincha Baja,
Chincha Alta, y formará con la de Ica el departamento de su nombre.
Art.
3. Los límites de la expresada provincia serán los mismos que actualmente
separan a los distritos que la componen, de las provincias vecinas.
Comuníquese
al poder ejecutivo para que disponga lo necesario a su cumplimiento. Dada en la
sala, a los treinta días de Octubre de mil ochocientos sesenta y ocho.
José
Rufino Echenique, Presidente de la Cámara de Senadores, Juan Oviedo, Presidente
de la Cámaras de diputados, Francisco Chávez, Secretario del Senado, Modesto
Basadre, Secretario de la Cámara de Diputados.
Por
tanto:
Mando
se imprima, publique y circule y se le de el debido cumplimiento.
Dado
en la Casa de Gobierno, en Lima 30 de Octubre de 1868.
José Balta
Pedro
Gálvez
Esta
ley favoreció al pueblo de Pisco, porque desde este año las autoridades
provinciales residieron en el. En calidad de capital la nueva provincia de
Chincha tuvo su suprefecto, un Notario Público y el municipio que de distrital
pasó a categoría de Provincial, correspondiéndole tener en vez de cinco
miembros, como en 1854 siete, hubo asimismo suprefecto y gobernador del
cercado.
______________________________________________________________
(6) Colección de Leyes del Perú por Juan Oviedo – Demarcación Territorial Pág. 226.
(7) Colección
de Leyes y Resoluciones dictadas por el Congreso de 1868, 1870, 1873 – Leyes
Orgánicas y reglamentos Generales – Volumen N° 1.
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