domingo, 10 de agosto de 2014

SEGUNDA PARTE: Capítulo Cuarto: I.- Época del Virreynato en Pisco

CAPÍTULO CUARTO


I.- ÉPOCA DEL VIRREYNATO EN PISCO 


Virreinato, es la denominación que se le da a la parte de la historia patria que comienza en el año 1544, cuando se nombra el primer Virrey del Perú; y que termina en 1824 con las destitución del ultimo virrey que capitula en los campos de batalla de Ayacucho; en este periodo de tiempo de 280 años en el que tenemos que ver los distintos sucesos que se realizaron en la provincia de Pisco.

Así pues al traer los acontecimientos nacionales a la circunscripción de Pisco, cabe referir que por los años de 1554 hubo un hecho que debemos señalar para los anales de la historia de la Provincia; es el hecho de armas entre el rebelde Francisco de Hernández Girón contra la audiencia de Lima a falta virrey, por ese entonces.

Después de la derrota de Gonzalo Pizarro por la Gasca y el apaciguamiento que hizo en la Provincia del Perú, procedió a realizar reparticiones entre los que en alguna forma había arriesgado su persona y bienes al servicio del Rey. Más, las reparticiones no fueron del mejor parecer a los favorecidos, y entre ellos tomó cuerpo la queja que levantó Don Francisco Hernández de Girón, que con muchos soldados que le alentaron y reconocieron como capitán, se levantó en rebelión en el Cuzco.

De ese lugar, se trasladó a Lima, donde pudo exponer su queja al propio la Gasca, quien atendiéndole le mejoro dándole la repartición de la conquista de los CHUNCHOS, a cambio de la primera repartición que había sido de la Xaquixahuana; el Pacificador  dejó en sobre cerrado esta orden y se marchó a España. Los oidores no pudieron entenderse con Hernández de Girón y para ceducirlo aprestaron gente para combatirlo.

Francisco Hernández de Girón, bajo de la ciudad de cuzco hasta Pachacamac; allí acampo esperando dar combate al ejercito del Rey, mas como en ese lugar se le pasara uno de sus soldados al bando contrario y diera cuenta de su estado y preparativos para etrar a Lima, tuvo que regresar hasta Chilca. Los Oidores habían determinado que Pablo Meneses saliese en su persecución con cien arcabuceros.

Como a la verdad, los oidores temían de la fuerza y arriesgo del rebelde, afrontaron más gente que fuera tan suficiente como para ayudar a los pocos soldados que iban con Pablo Meneses.

Francisco Hernández de Girón, sabedor que siguen avanzando hacia el, se retira consecutivamente, acampando para descanso de los suyos en Chilca, Mala, Asia, Lunahuana, Guarco y Chincha. En esta Provincia llega a saber que uno de sus soldados había escrito a los oidores de sus nueva condiciones e intenciones por lo que procede a quitarle la vida al culpable de esa traición.

(24) “En llegado al Valle de Chincha (que es el de los más fértiles y abundantes en todo el reino) luego hizo juntar todo su gente en la iglesia. Y allí hablo a todos: diciéndoles que bien sabían, como aquella demanda que llevaba, era licita y buena y que no iban contra el Rey y Señor, antes para mas le servirían, el haber tomado la empresa; para que los pobres comiesen y los que tuviesen servido en la tierra fuesen gratificados y su magestad entendiese cual al revés de su voluntad y contra justicia gobernanda sus ministros…. “Acababa su plática fue grande el contento de la gente: que cierto Francisco Hernández tenia gracia en persuadir a los suyos los que quería. Queriéndose partir de Chincha, para el valle de Hica. Le dixo el Capitán Nuño Mendiola que seria bien estar en aquel valle tres o cuatro días; por ser abundoso de comida. Y no conociendo en ello Francisco Hernández, mostro Mendiola algún dessabrimiemto”.
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(24) Documento Literario del Perú tomo IX – por Manuel de Odriozola -Segunda parte de la Historia del Perú, que escribió Diego Hernández-Impreso en Sevilla año 1571 --- Cap. XXXVIII pág. 211.

“Y assi Alvarado partiendo el campo par a el valle de Hica; le hizo quedar en la retaguardia; y le mando confesar: dejando allí al Juan Alonso y a Bernardino e Robles que le matasen los cuales lo hicieron”.

Francisco Hernández de Girón al llegar a Ica, puso su gente en reposo mientras que Pablo Meneses, su perseguidor, se acercaba acampando en los mismos lugares que Hernandez, de paso para Ica, tomara. En Chincha supo de la ejecución del Capitán Mendiola. Siguiendo hacia Pisco, encontró más de trescientos soldados que se habían escapado del Bando de Girón y lo indicaron en la forma que se encontraba.

Siguiendo el camino Pablo Meneses llego a Villacuri, más que como no existía maíz en ese lado, con pretexto de traerlo de la otra banda del rio, el soldado Cuevas de os de pablo Meneses, se fue en la noche al campo de Hernández y le aviso como Martin López se le acercaba para darle las primeras escaramuzas. Con esta advertencia, Hernández se puso en armas y avanzó al encuentro de Martin López que venía con Juan Villareal, y otro de nombre Cifuentes.

  Pablo Meneses se encontraba en las hoyas de Villacuri Seguros de ello, dieron Hernández primero una emboscada a Martin López, que al evitarle, le quito la vida, lo mismo que a sus compañeros.

  Avía llegado Pablo Meneses a las hoyas de Villacuri: este día sábado. Son estas hoyas, hechas a mano de los indios: entre grandes arenales y siembran en ellas su maíz, yuca, frijoles, y otras legumbres. Y assi mismo arboleda de guayabos, pacayes y lúcumas. Lo cual le da todo abundantemente y aunque las hoyas son un poco ondas, no se ve de afuera un hombre de acaballo ni el hierro de la lanzas, aunque las lleve altas, hasta que llegue a las bocas de ellas.”

  Villa-curí que quiere decir “Oro de la Villa”, al comienzo de la vida colonial fue un valle de gran prosperidad, tal lo describe el cronista y debemos agregar que después se le sembró de palmeras e higueras y viñas y hay relación y por otros apuntes de la época colonial que existió una fábrica de vidrio, a sus alrededores había mucha abundancia de hierba de vidrio que asi se llaman a una planta especialmente para la fabricación de vidrio, mas después su decadencia ha ido en progreso hasta el extremo de quedar rastro de su opulencia centro de producción.

  En este hecho de armas entre el rebelde Francisco Hernández Girón y Pablo Meneses, es la primera vez que le hallamos citado a este sitio, donde debía ser derrotado Pablo Meneses.

  El día Domingo de Quasimodo del año 1554, Pablo Meneses fue sorprendido con su gente durmiendo. Tal se ve en el relato del cronista.

“Y assi Domingo de mañana (que fue el Quasimodo) ahora de la siete, un soldado que andaba fuera de la hoyas, buscando mayz,: vio venir gente de lexos: y considerando lo que rue entro en la hoyas. Tocando armas, y dixo a pablo Meneses lo que pasaba. El cual mando a todos que tomasen sus armas y cavalgassen y saliesen fuera a lo alto. Y quedose con los traseros para reconocer la gente que venía, y vista que la uvo mando caminar la vuelta del valle de Pisco”.

  Había llegado el momento de medirse las armas por ambas partes y con gran riesgo de parte de los del Rey, quienes se vieron obligados a presentar combate en consecuencia desventajosa; en mucho le sirvió tener sus caballos en descanso pues así pudieron emprender la retirada sin que pudiesen alcanzados por los Fernández de Girón, que llevaban una noche de andanzas y habían caminado seis leguas para llegar a la refriega.

  “En esto se avían adelantado hasta treinta soldados de los contrarios que venían disparando sus arcabuzos sobre los del Rey. Lo cual visto por Pablo Meneses, mando hacer alto; diciendo, Ea señores, mirar por la honra que no son los que nos siguen más en estos pocos. Y obstante que le fue dicho que aquellos echaba Francisco Hernández para entretener en escaramuza; para poder mejor llegar con su escuadrón, todavía porfió a pararse; y llendo poco a poco escaramuceando con ellos. Hicieron a los primeros, al Capital Luys de Avalos; que le pasaron un brazo con una pelota, e hirieron el caballo al Maestre de Campo, que le fue necesario luego dejarle; y tomar otro también de los de Francisco Hernández hirieron a Diego de Alvarado y a otros soldados. Y de esta suerte fueron escaramuzando, ondando y reparando hasta tres leguas: que tuvo lugar Francisco Hernández de llegar con su gente. Que cierto que Pablo de Meneses (luego que salió de las hoyas) se quisiera ir retirando con buen orden, no fuera parte de Francisco Hernández para alcanzarle. Por lo que, los del Rey tenían las cabalgaduras, cansadas y desherradas. Y perezoso sabían echado los que tenían mejores caballos delante para entretenerlos. Llegada pues la gente de Francisco Hernández, huyo de golde la del Rey. Viendo Pablo Meneses perdida su gente y que ivan huyendo, a reienda suelta desviose del camino: y fue por lejanos de arena al rio de Pisco, con otros tes que le siguieron y de allí se fué a Chincha…. Y viendo lo que pasaba; volvieron las espaldas. Siguieron los enemigos el alcance hasta Pisco, donde dejaron a cabeza de Martin López y de allí se volvieron a Ica…. Era cosa de ver, las capas, armas y otras cosas que quedaban por el arenal al tiempo del alcance. Lo qual todo los de Francisco Hernández recogieron a la vuelta. 

Para los arenales de la historia de la provincia, ha de quedar este episodio de unas de las revelaciones que costo algunas vidas y a su promotor la decapitación  en la plaza de Lima, pagando con su cefálica la traición la Rey y señor.

Pero pasados estos momentos de descontento general debían venir los de tranquilidad en que la explotación de la riqueza del suelo hacia la colonia de grandes emporios para España. La agricultura en los valles costaneros, conjuntamente con sus desiertos estériles, se convertían en los mas propicios de rendir frutos por medio de la fuerza huma, con el brazo del esclavo importado, que fue con el único medio que pudieron los españoles hacerse de riqueza y grandes haciendas en el valle.


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