domingo, 10 de agosto de 2014

SEGUNDA PARTE: Capítulo Cuarto: II.- Vida económica de Pisco en el siglo XVII

II.- VIDA ECONÓMICA DE PISCO EN SIGLO XVII



En la época del virreinato, la región pisqueña llega constituirse como los demás pueblos del perú, en un centro de explotación, como ya lo hemos dicho, las encomiendas y depósitos de indios en poder de los conquistadores, después de los disturbios políticos de gran proporción que amenazaban dar otro giro a la colonia, reglamentadas por el Rey de España que por intermedio del Consejo de Indias dio las leyes y ordenanzas pertinentes a satisfacer ambiciones, moderar el trato de los naturales y en una palabra, a sacar mayor provecho de la agricultura y minería, jirones de los que España obtuvo ingentes y máximas riquezas y de esta manera sus arcas se llenaron con el oro llevado al Perú.

  Descubiertas las minas de Azogue de Huancavelica, en 1563 en la misma región, las minas de plata, Pisco fue punto de tránsito forzoso de las recuas que llegaban al azogue que se embarcaba para Potosí.

(25) Don Felipe II en Toledo 11 de Agosto, que el tragía de los azogues de Huancavelica a potosí, se haga por los reales en superintendente del Visorrey”.

“El porte y tragín de los asogues que se hubieren de llevar a Guacavelica a potosí ha de ser por cuenta mano y medio de nuestros oficiales reales teniendo el Virrey del Perú y ellos gran cuidado de que los de Guacavelica envíen azogue a los de Chincha (puerto de Sangalla de Chincha) en el tiempo que tuvieren por más oportuno con la seguridad y beneficio que conviene a los de Chincha en el tiempo que tuvieren oportuno con la seguridad y beneficio que conviene a los de Chincha, lo remitían a los de Arica y estos a los de Potosí”.

  Siendo el camino obligado al puerto para el embarque de asogue hubieron mucho españoles que se establecieron formando población de mar o litoral y fue tanto su progreso, sobre todo en el agricultura, que desde el Virrey de Conde de Nieva (1561 1564), el núcleo de la población ya al estilo español es mencionada como principal, pues, al dar cuenta el Virrey al Rey de la fundación de la Villa de Valverde de Ica, tiene intenciones de fundar otra villa en el lugar denominado Pisco (26); pero si esto solo quedo en intensión por el Virrey Conde de Nieva, no hay que dudar que esta población había adquirido su importancia justificada en la riqueza d de su suelo alimentando constantemente por el agua, privilegio que ha gozado sobre las vecinas provincias de Ica y Chincha.

  La importancia de la agricultura pisqueña durante el virreinato, sobre todo antes de finalizar el siglo XVI, llegó al extremo que para un repartimiento y empadronamiento de tierras, vino el Licenciado Alonso Maldonado de Torres, quien ajusto linderos y esclareció los verdaderos dueños de cada fundo las tierras que ya se habían vueltos notables por el sembrío de viñedos; pues en Pisco las plantas traídas al Perú de las islas canarias por Francisco Caravantes, natural de Toledo, (27) comenzaron a dar frutos exquisitos.

  Documentos judiciales del Archivo Nacional no nos dejarán mentir al decir que por los años de 1594 ya existían viñedos en Pisco.

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(25) Leyes de India - De los estancos - Título 23 Ley III.
(26) Relaciones Geográficas de Indias – Apéndice II – por Marcos Jiménez de la Espada.
(27) Documentos Literarios del Perú – Tomo IV – por Manuel de Odriozo la De La Vid y el primero que trajo las uvas.

“Títulos de las tierras de Viñas que Francisco Gutiérrez de Luna posee en el valle de Umay y Chunchanga y que fueron confirmadas por el Márquez de Cañete después de  la composición que hizo el Márquez de Cañete después de  la composición que hizo el Licenciado Maldonado Torres” (28).

  Por otros cuadernos cuya relación de los mismos instrumentos se dan a conocer en la revista mencionada, se puede deducir la riqueza, que ya la hemos dicho estribaba en la plantación de viñedos y extracción de todos sus derivados, como aguardientes y vinos.

  En el cuaderno numero trescientos cincuenta año 1609 existen los títulos de tierras que Juan de Ruiz Bravo y Miguel Hernández Bonilla poseían el valle de Chunchanga corregimiento de Ica, las misma que compusieron con su Magestad en la visita general de tierra que hizo el Licenciado Alonso Maldonado de Torres, siendo confirmados los títulos por el Virrey Don Luis de Velasco, el 23 setiembre de 1598 (Legajo XII).

  Existe asimismo en el cuaderno número 258, de 1611. Los títulos de la viña de tierra denominadas santa Ana en el Valle del Cóndor, jurisdicción de pueblo de Pisco,  cuya partencia y posición confirmo el Márquez de Montes Claros al Capitán Juan Granero de Alarcón y a su mujer doña Jerónima de Pesso.

  Por lo que dejamos apuntado sobre la certificación de la existencia e tierras de vinas en Pisco, al comienzo del siglo XVII, se puede, con certidumbre, corroborar el gran emporio que para la época del Virreynato llegó la provincia de pisco a alcanzar, de aquí la visita frecuente de los piratas a este puerto. En 1624, a consideración de lo dejado en sus anales del Perú, Fernando montesinos dice:

  (29) “Entro en la mar del sur Jacobo Ermite. También fueron cuatro naos al puerto de Pisco; llegaron al el 10 de Mayo, diose aviso a la ciudad de Ica, cabecera del corregimiento, vino con cuatrocientos hombres D. Juan de Salas porrita, caballero de la Orden de Montesa. Eran capitanes de la infantería Juan Gallardo y Pedro de la Valdivia, y a caballo Pedro de Herencia de la gente de Pisco se hicieron dos compañías de a caballo, cuyos capitanes 
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(28) Revista del Archivo Nacional Tomo II – Índice de Instrumento de Dominio Propiedad Rústica y Urbana – Cuaderno N° 37 – Año 1594.
(29) Anales del Perú por Fernando Montesinos, publicados por V.M. Maúrtua -  pág. 230.

fueron: Don Andrés de Francia y Espinoza, y Pedro Guerra de Contreras y otro dos de Infantería, fueron los capitanes Vera Montoya, y Alonso Muñoz del Castillo; el enemigo salto a tierra formando un fuerte, puso cuatro piezas de campana con la que despejaba y puso a salvo formar escuadrón de seiscientos y más hombres, vino marchando al pueblo muy despacio; los nuestros estaban animosos esperándolos, alentándolos en valiente capitán Francisco Chimarro que estando a lo último, recibió el postrer sacramento recibió el postrer sacramento se mandó a poner a caballo, teniéndolo por las ancas del fatigado cuerpo, exhortando de esta suerte su oficio de Sangente Mayor y Capitán Guerra (Pedro)”.

Algunas veces los vecinos sostuvieron con los piratas desventajosamente, pues dado a que escaseaban los efectivos a la larga se rendían y pagaban fuertes rescates como sucedió con Drake, en 1686, que habiendo tomado algunos prisioneros obligo que para devolvérselos dirán los vecino de Pisco el crecido rescate de 80,000 peso de los que solo se pudieron reunir 24,00, más se dice que para completar la suma exigió agua ardiente que fue entregado por la cantidad de 300 botijas.

Era pues el valle Pisqueño el más codiciado por sus productos de la vid, caña de azúcar en la hacienda de caucato, dátiles e higos de la haciendas del desierto, Santa Cruz, Santo Domingo, lanchas y el sapo: con el brazo esclavo se cultivaban en forma y cantidad que podían exportarse a las provincias del interior, Lima y España.



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